La rodilla constituye una articulación en bisagra formada por la extremidad distal del fémur, proximal de la tibia y la rótula.
Los meniscos (interno y externo) son dos estructuras fibrocartilaginosas cuya función es aumentar la congruencia y distribuir las presiones fémoro-tibiales.
Los ligamentos le confieren estabilidad evitando desplazamientos anómalos. El ligamento cruzado anterior (LCA) evita el desplazamiento anterior, el ligamento cruzado posterior (LCP) el desplazamiento posterior, el ligamento lateral interno (LLI) resiste las fuerzas de valgo, internas, y el ligamento lateral externo (LLE) resiste las fuerzas de varo, externas.
La articulación fémoro-rotuliana mejora la cinemática de la rodilla permitiendo una flexo-extensión más eficiente.
La cirugía protésica es la sustitución de una articulación dañada por una artificial que va a hacer la función de la articulación sustituida. Esta rodilla protésica se diseña para imitar todas las características de la articulación original pero carece de sensibilidad. Consta de un componente femoral de Cr-Co, un componente tibial de titanio y un componente intermedio unido a la tibia que es el polietileno. La movilidad de la articulación se produce a nivel del componente femoral con el polietileno
La principal causa para necesitar una prótesis de rodilla es la artrosis en estadios avanzados.
La causa de que una prótesis pierda su fijación al hueso es porque se producen partículas de desgaste del polietileno debido a su fricción con el componente femoral durante el movimiento. Estas partículas son intentadas eliminar por células del organismo (macrófagos) resultando una movilización a nivel de la unión hueso-prótesis.
Una malposición de la prótesis y la obesidad son los principales factores que aumentan la fricción, las partículas de desgaste y la movilización.
La operación se realiza con raquianestesia y la duración habitual es de una hora y media. Utilizamos antibióticos profilácticos y puede necesitarse transfusión sanguínea aunque utilizamos recuperadores para transfundir la propia sangre del paciente. Se realizan cortes precisos en la extremidad distal del fémur y proximal de la tibia equilibrando las partes blandas y se colocan los componentes descritos.
Al dia siguiente de la intervención el paciente puede levantarse y caminar con ayuda de dos bastones ingleses.
Las principales complicaciones son la infección y la tromboflebitis.
La artroscopia de rodilla es un procedimiento quirúrgico por el que se realizan dos pequeñas incisiones en la rodilla a través de los cuales se introducen una cámara e instrumentos específicos para objetivar y tratar lesiones óseas, cartilaginosas, meniscales, ligamentarias y sinoviales de rodilla.
Las principales indicaciones son lesiones meniscales y ligamentarias.
Las ventajas respecto a la cirugía convencional son, mejor visualización de las lesiones, menor agresión quirúrgica y un recuperación post-operatoria más rápida.
El menisco es un tejido fibrocartilaginoso con morfología semilunar. Los dos meniscos, interno y externo difieren en su morfología y medios de fijación. Movimientos forzados de rotación externa o flexión forzada pueden lesionarlos.
Los tipos de lesiones pueden ser radiales o longitudinales.
De inicio el tratamiento es conservador dando tiempo a que la lesión cicatrice. Si esto no ocurriera se recomienda tras realización de pruebas complementarias (RNM), una artroscopia para tratar dicha lesión.
El tratamiento de las lesiones meniscales es la meniscectomia parcial o la realización de sutura.
Las lesiones del LCA se producen generalmente por giros forzados de rodilla con el pie apoyado en el suelo. Los síntomas son dolor e inestabilidad de rodilla. Una vez diagnosticada la lesión por la historia clínica y las pruebas complementarias (RNM), el tratamiento suele ser quirúrgico, ligamentoplastia.
La ligamentoplastia consiste en la extracción quirúrgica de un tendón sano (isquiotibiales o tercio de tendón rotuliano) y una vez taladrados dos túneles óseos, uno en fémur y otro en tibia, insertar dicha ligamentoplastia imitando la función del LCA.
El síndrome fémoro-patelar, más conocido como Condromalacia rotuliana, se usa para describir el dolor en la parte anterior de rodilla, debido a la alteración de la articulación fémoro-patelar.
Las causas de este dolor no están totalmente definidas y se pueden diferenciar en :
En el 90% de los casos el tratamiento es conservador pero existe un 10% de casos con alteraciones anatómicas donde el tratamiento es quirúrgico. También utilizamos infiltraciones con Ac. Hialuronico y/o factores de crecimiento de plaquetas (PRP)